Ante todo quisiera decir que este alegato no pretende ser una crítica peyorativa contra todos los empresarios de camping; simplemente, se trata de clarificar los hechos con la máxima consideración para algunos (por desgracia pocos) empresarios que realizan bien su trabajo, quienes comprenden el funcionamiento del autocaravanismo mostrando buena percepción y el respeto por el cliente. Conviene recordar que muchos autocaravanistas también frecuentan los campings.
En primer lugar, es perentorio aclarar que esta noticia deriva del aluvión de calificativos que están vertiendo las asociaciones de hostelería del norte de España en nombre de los propietarios de camping. Sobre todo, parece bastante extraño, ya que la hostelería es la que más se beneficia con los usuarios de autocaravana. Este hecho evidencia la urgencia de justificar lo injustificable por parte dichos propietarios, la ineficacia a la hora de gestionar sus negocios.
Dicho lo anterior, el victimismo de algunos empresarios de camping o quienes los representan denota una gran falta de estilo y profesionalidad, es una actitud que ensombrece la buena labor de otros responsables de este sector que ponen su empeño en mejorar cada día.
La inutilidad de las denuncias
Este comentario se refiere a las continuas denuncias de este grupo contra los autocaravanistas y, según se está comprobando a través de los medios, forman parte de su agenda diaria. Esta postura les está conduciendo a un callejón sin salida, una pérdida de energía que bien podría estar dirigida a la captación de nuevos clientes que, tal y como están las cosas, debería ser la prioridad.
La nefasta gestión de los campings municipales
Lamento tener que añadir que en España existe una manifiesta connivencia entre ciertos funcionarios y gestores o propietarios de camping con extraños e incluso, me atrevo a decir, dudosos intereses creados en algunos municipios de nuestro país –véase la enorme cantidad de inútiles campings municipales en toda la geografía española-, todos ellos, en su momento, se hicieron con inversiones del erario público, dinero de todos los contribuyentes; como resultado, lo único que se ha obtenido es mala gestión y nulo beneficio para usuarios y ayuntamientos. Este panorama no es nada propicio para el buen hacer y la correcta gestión del camping.
Debemos aprender de quienes saben más que nosotros
Si me permiten la sugerencia, es vital que aprendamos de nuestros vecinos franceses, alemanes y escandinavos (son países con una dilatada experiencia y conviene aprender de ellos). No intento dar lecciones, pero creo que redundaría en beneficio de todos si comercializan mejor sus servicios, si aplican precios adecuados y explotan mejor las posibilidades de su parque de camping; por encima de todo, lo esencial es la atención al cliente. Como se ha dicho, no parece sensato perder el tiempo en denunciar a quienes mañana podrían ser sus clientes.
La instalación de áreas de servicio o el derecho de parking es inevitable
La prueba irrefutable de esa pérdida de tiempo se puede comprobar con las nuevas áreas de servicio para autocaravanas que se instalan continuamente; observen el gran incremento de áreas en toda España (a pesar de la persecución en algunas regiones), tal como sucede en Europa, ya es un hecho imparable. Quizá es que no se han enterado de que en Francia hay miles de áreas gratuitas y privadas para autocaravanas. Creo que huelga decir más sobre este punto.
Los autocaravanistas no están en contra de los campings
Sin duda, creo que los campings son una parte necesaria y tradicional del turismo al aire libre. Como sabrán, años atrás, el camping era el sistema de vacaciones para las clases más desfavorecidas, pero hoy en día el camping puede resultar tan caro o incluso más que ir a un hotel. Por supuesto, sin querer interferir en su negocio, no estaría mal que se reflexionara sobre este particular.
¿Por qué los campings españoles están entre los más caros de Europa?
El cliente siempre tiene el derecho de elección
No cabe duda de que podríamos discutir sobre cómo mejorar ciertos aspectos del autocaravanismo; pero eso sí, lo que no es discutible es que el autocaravanismo debe ser aceptado, siempre respetando las reglas, con las mismas condiciones que en otras partes de Europa. No es de recibo que se intenten cambiar las reglas del juego para los autocaravanistas.
Por todo ello, les pido que dejen que seamos nosotros quienes tengamos la elección de utilizar sus campings, entiendan que el derecho a la elección siempre ha sido un privilegio del cliente, las imposiciones nunca han llegado a buen puerto.
Las autoridades tienen la mayor responsabilidad
Como conclusión, la falta de legislación en materia de autocaravanismo con reglas para las malas prácticas y una mejor clarificación sobre la puesta en marcha de áreas públicas y, sobre todo, las privadas, entre otras cosas, serán la clave para evitar todo este desbarajuste de inútiles “dimes y diretes”.
Siento ser pesimista en este aspecto, pero mientras no haya una reglamentación adecuada a nivel nacional, podemos dar por hecho que los problemas de este tipo se repetirán en el futuro.